Me dejo llevar por la marea insomne y fecunda que a veces lame tímidamente la arena y otras veces es marea viva y se abalanza sobre ella arrastrando conchas, algas, caracolas y dejando sobre la playa restos de naufragios antiguos o recientes. De ese ir y venir van naciendo mis poemas en los que a veces se cuelan elementos de la realidad que no quiero evitar porque son parte de lo que me preocupa. Casi nunca el poeta es dueño del poema, casi siempre es el verso el que manda.
La página que estabas buscando en este blog no existe.
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