sábado, 21 de febrero de 2015

Volar

“Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.”
Oliverio Girondo


Benditos seáis, Oliverio Girondo,
tú, y todos los hombres como tú
que sabéis hacer volar a las mujeres.
Hombres que domináis los vientos y las brisas
que sabéis de corrientes ascendentes
y de inesperadas ráfagas que urden remolinos,
vórtices y tornados
que elevan y que engullen,
que silban en callejones y ventanas
y se resuelven en suspiros y gemidos.
Benditas sean las manos de los hombres que abren
sin provocar destrozos
el corazón sedoso de la rosa
haciendo del capullo flor espléndida.
Benditas sean las bocas de los hombres
que saben instilar en el laberinto del oído
palabras tiernas y sinuosas
y desatar en cada beso una catarata estremecida.
Benditos seáis, una y mil veces,
los hombres que domináis el arte
de seducir,
de amar,
y de acompañar en su vuelo a las mujeres.


jueves, 19 de febrero de 2015

-El arte de la duda




I

Podría escribir hoy este poema
pero prefiero esperar uno o dos días
porque esto que hoy podría contar
bien puede postergarse ¿o no?
En realidad esto que quiero contar –o no—
es algo que me ha pasado
¿o que me va a pasar?… no sé…
Puede que cuando me pase o me pasó
ya sea parte del pasado o no.
Vaya despiste
vaya desconcierto
Estoy por renunciar a toda explicación
tal vez haría mejor en desechar
este papel…

o no.

II

¿Hasta dónde se puede estar seguro?
Yo nunca sé si la mariposa es cierta o es solo un aleteo,
si la estrella destellante no es solo un brillo residual
si no es la extraordinaria estupidez humana
la que nos hace tan creíble la realidad…

III

¿Somos reales tú y yo
o acaso solo el sueño de una mente ociosa?
¿Qué importa?
Puedo vivir con la duda
pero no quiero vivir sin ti.

IV

Sé que no soy pájaro
--es una de las escasas certezas que tengo--
sin embargo,
cuando me tocas con los dedos del viento
cuando me hablas con la voz del agua,
siento un cosquilleo en la espalda
y tengo la sensación de que me crecen alas.